Si te crearon deforme, el mundo te ve deforme. Naciste sin manos con las que poder acariciar al mundo, y especialmente poder acariciar y abrazar a las personas que amas. Y no es tanto la anormalidad física como el estar lisiado por dentro, en el alma. Eso, en mayor o menor medida, nos pasa a todos. La descompensación y el desequilibrio. Tan grande es su corazón que no concibe no acariciar, y entonces va hiriendo a las personas que más le importan. Le pasa a él, y a ti, y a mí. Pero siempre podrás crear belleza y esculpir un ángel de hielo y nieve bajo el cual Ella puede bailar, es decir, regalarle lo mejor de tu alma.